Las autoridades sanitarias de distintos países recomiendan desde hace unos años que durante el sueño el bebé esté boca arriba para disminuir el riesgo del llamado síndrome de muerte súbita. Por tanto el bebé pasa muchas horas en esta posición. Si no se tiene la precaución de ir cambiando los apoyos de la cabeza durante este tiempo, se crea una presión continua en una misma zona que puede dar lugar a aplanamientos de la parte posterior de la cabeza, provocando una plagiocefalia postural.
¿CÓMO PREVENIRLA?
La mejor forma de prevenir la plagiocefalia postural tras el nacimiento es cambiar el apoyo de la cabeza del bebé cuando esté durmiendo boca arriba.
Además en el mercado hay diversos modelos de almohadas o cojines diseñados para disminuir la presión en la cabeza cuando el niño esté boca arriba.
Durante el día, se recomienda que se coloque al bebé boca abajo cuando esté despierto y siempre bajo la supervisión de un adulto. Así disminuimos el tiempo de apoyo craneal y se favorece el desarrollo psicomotor normal.
¿CÓMO TRATARLA?
Una vez se ha desarrollado la plagiocefalia, se puede tratar de distintas formas. Siempre teniendo en cuenta que el factor tiempo es primordial, ya que la mejoría de los signos y síntomas es mayor cuanto antes se trata.
Ante todo se deben seguir las recomendaciones citadas anteriormente en la prevención, para que no empeore la situación.
El tratamiento médico lo pauta el neurocirujano. Una de las posibilidades es la colocación de un casco ortopédico para plagiocefalia. El casco permite la remodelación craneal restando presión en las zonas más aplanadas del cráneo y presionando las zonas más prominentes para que crezca con normalidad. Generalmente la duración del tratamiento estará entre 3 y 6 meses, dependiendo de la edad del niño y la gravedad del trastorno. En caso de que no evolucione favorablemente, y solo en los casos más graves, se puede recurrir a la cirugía.
El tratamiento osteopático, consiste en una serie de técnicas manuales suaves y precisas que se elegirán de forma individual según la situación del bebé. Las técnicas no son dolorosas y están avaladas por múltiples estudios científicos. Este método aprovecha la plasticidad craneal en las primeras etapas de la vida para remodelar con diferentes técnicas el cráneo del bebé. Además de las deformidades craneales, la osteopatía también se encarga de tratar los solapamientos suturales, que ocurren en la zona de unión entre dos huesos craneales. Es importante abordar a tiempo estos solapamientos para que el crecimiento de los diferentes huesos sea el correcto. La evolución es muy positiva y salvo en casos excepcionales se puede evitar la colocación de un casco ortopédico.
CASO CLÍNICO
Para apoyar con imágenes lo explicado anteriormente, aportamos las imágenes de un caso real en nuestra clínica. Este paciente se comenzó a tratar por un caso de plagiocefalia. Se trata de un tipo llamado escafocefalia, en el que el diámetro anteroposterior es mayor (el cráneo parece alargado). Tras varias sesiones de osteopatía, en un par de meses esta fue la evolución.